“No tengo conocimiento si el Arzobispado de Santiago sabía los abusos sexuales o de cualquier índole que yo haya cometido por la razón de que no cometí ilícitos y así lo señalé en la causa criminal menos aún a menores involucrados. Una carta que me envió el Arzobispado, referido a los temas que se me consultan fue la oportunidad en que posiblemente el Arzobispado se enteró de esta situación, pero, en todo caso, no tengo recuerdos ni ideas de estas cosas, porque la verdad es que vboy a entrar cuatro años en este convento y en el mes de enero y me encuentro solo y sometido a oración y penitencia”.
Esta fue la respuesta que entregó ayer ante la justicia el ex párroco de El Bosque Fernando Karadima,  en su declaración ante el juez Juan Manuel Muñoz,  quien lo interrogó en el marco de la investigación llevada por la Corte de Apelaciones. Los denunciantes Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José Andrés Murillo, solicitaron una pre prueba judicial para interponer una demanda civil en contra del Arzobispado de Santiago por supuestamente encubrir los abusos.
“Supe de las  denuncias que las personas que se me menciona hicieron en mi contra, a través de un programa de televisión que se refirió al tema y del cual vi el inicio sin poder mantener mi atención en él porque me sentí muy mal. Posteriormente el fiscal, señor Armendariz me interrogó sobre las denuncias y luego fue la ministra señora González”, dijo.
“Las medidas que tomó el Arzobispo fueron “sacarme” de la Parroquia El Bosque para vivir en este convento de monjas donde se me interroga en este acto”, agregó.
En seguida Karadima detalla ante el juez parte de su rutina, y dice que mantiene la realización de misa en sus actividades.
“Hago misa en este recinto todo el día. Todos los días en la capilla de las monjas y la celebro solo y no tengo claro si existe prohibición para hacerlo con público en general, y en la práctica no he celebrado misa con publicidad”, dice quien fue condenado por el Vaticano por abusos sexuales.
“Agrego que me parece que fue decisión del Vaticano la de pedirme que me cambiara desde El Bosque a este convento. En todo caso, si hubiera una emergencia de un hermano o de un familiar directo o bien una petición de un pariente o de un amigo, pediría permiso para cumplir la función sacerdotal, lo que no he hecho hasta ahora”, añade.